jueves, 16 de enero de 2014

¿Por qué es tan importante limpiar y cuidar bien las gafas?










¿Por qué es tan importante limpiar y cuidar bien las gafas?

Si tenemos las gafas limpias y bien cuidadas, el mundo se ve de otra manera. Es muy importante limpiarlas con frecuencia del modo correcto, así como tenerlas bien ajustadas y centradas para mantener siempre la máxima calidad de visión y prolongar la vida útil de las lentes.

limpiargafabien Consejos para limpiar y cuidar las gafasDe poco vale tener unas gafas preciosas y bien graduadas si luego las llevamos sucias, con los cristales rayados o totalmente descentradas. Este problema lo vemos a diario en las ópticas y tiene más trascendencia en la visión de lo parece a simple vista.
Actualmente la inmensa mayoría de las lentes que se utilizan en las gafas graduadas o gafas de sol son de material orgánico (muy ligero y sin riesgo de roturas), pero bastante delicado (aunque han mejorado mucho los tratamientos protectores). Por tanto estos consejos  son importantes para mantener una buena visión. Te animo a compartirlos con tus amigos y familiares que usen gafas porque además, estoy convencido que aprenderás alguna cosa nueva que desconocías. Si tienes alguna duda lo mejor que puedes hacer es acudir a tu óptica para que te asesoren o realicen los ajustes de mantenimiento necesarios.

1. ¿Como debo limpiar los cristales de las gafas?

  • En mi opinión la manera más simple y más eficaz de poner a punto las gafas es usaragua y jabón neutro o de manos. Primero se colocan los cristales bajo el grifo y se deja caer agua a poca presión sobre ellos. Luego se aplica una pequeña cantidad de jabón frotando suavemente con las yemas de los dedos ambas caras de los cristales y después se aclaran de nuevo debajo del grifo. Finalmente se secan las lentes con un papel suave (higiénico suave o un pañuelo sin costuras). Debemos asegurarnos que la montura quede bien seca, en particular las partes metálicas (bisagras y tornillos para evitar que se oxiden o se atasquen). Este método es el único recomendable cuando hay arenas o tierra adheridos a los cristales o a la montura, ya que cualquier otro sistema puede rayarlos de modo irreversible.
Otras formas de limpiar las gafas
Como no siempre tenemos tiempo ni agua a mano, existen otras opciones que funcionan muy bien siempre que no existan arenas o tierra adheridos a los cristales.
  • Utilizar el paño de microfibra que te deberían haber entregado cuando compraste la gafa. Este paño se puede lavar (en lavadora incluso). Antes de usarlo debes comprobar que esté limpio para evitar provocar el efecto contrario al deseado.
  • Uso de Sprays específicos, que humedecen y facilitan la limpieza de los cristales, permitiendo además que se empañen menos porque tienen también un tratamiento antiempañamiento o antivaho.
  • Toallitas húmedas específicas que se venden en ópticas. Hacen la misma función que usar un spray más una balleta de microfibra. Tienen la ventaja de que siempre están en perfecto estado ya que se abre una para cada uso y la desventaja de que salen más caras.
  • Es mejor evitar productos abrasivos tipo Fairy o similares ya que sino se rebajan pueden alterar los tratamientos que llevan los cristales.

2. ¿Cómo debo sujetar la gafa al limpiarla?

Para explicarte como sujetar las gafas al limpiarlas he realizado estas fotos que te adjunto. Seguramente de primera impresión piensas que ambas formas son buenas. La razón de aconsejarte sujetar el aro de la montura del lado del cristal que estés limpiando es porque si sujetas un lado y limpias el contrario, se hace mucha tensión en el puente de la gafa y puede acabar rompiendo al cabo del tiempo. En gafas “Al Aire” (sin montura) no sólo puede romper el puente sino que también puede astillar fácilmente un cristal, por eso es mejor que siempre te acostumbres a limpiarlas como te aconsejo, para que cuando tengas una gafa preciosa pero delicada tengas el hábito bien aprendido y evites incidentes.
limpiargafamal 300x184 Consejos para limpiar y cuidar las gafas
“MAL”. Sujeto el lado contrario al que limpio
limpiargafabien 300x188 Consejos para limpiar y cuidar las gafas
“BIEN”. Sujeto el aro del lado que limpio

3. ¿Cómo limpiar la montura?

Aquí utilizaremos la misma técnica recomendada para limpiar los cristales del chorro de agua asegurándonos que la montura quede bien seca, en particular las partes metálicas (bisagras y tornillos para evitar que se oxiden o se atasquen). En principio con dejarla al aire un ratito ya debería de secar perfectamente siempre que no estemos en un lugar con mucha humedad. Es muy infrecuente encontrarse con gafas con partes metálicas oxidadas (yo no lo recuerdo ver desde hace muchos años).

¿Cómo me debo poner y quitar las gafas?

Siempre deberíamos poner y quitar las gafas usando las dos manos al mismo tiempo tratando de no forzar las varillas. Si las ponemos o quitamos con una sóla mano estamos forzando la bisagra o codo del lado contrario a la mano que usamos y con ello podemos provocar el desajuste de la gafa gafa o incluso romper fácilmente el muelle que sujeta la varilla o el codo de la gafa.

Uso de accesorios para las gafas

  • Estuches rígidos: Los estuches son muy importantes para guardar y transportar las gafas. Siempre es más recomendable un estuche rígido que las fundas flexibles que ofrecen protección, pero no la suficiente ante una caída, un aplastamiento, etc.
  • Cadenas y portalentes (cordeles): Yo nunca recomiendo este tipo de accesorio ya que el hecho de llevar las gafas colgadas supone que se puedan llevar golpes fácilmente rayándose los cristales o desajustándose la montura.

Otros consejos para el cuidado de las gafas

  • No apoyes las gafas boca abajo (tocando los cristales con la superficie de apoyo)
  • Evita siempre el calor extremo que puede deteriorar los tratamientos de los cristales e incluso deformar la montura. Esto incluye el dejarse las gafas en el salpicadero del coche al sol, encima de un radiador, etc…
  • Si notas que las varillas están muy apretadas existe peligro real de que te puedan romper. Es mucho más peligroso que las bisagras de las varillas estén muy apretadas a que estén flojas. Si están apretadas puedes probar a hechar una gotita de aceite de máquina de coser en la bisagra de la varilla afectada y seguramente resuelve el problema.
Finalmente recomendarte acudir a tu óptica de confianza siempre que notes que tienes las gafas desajustadas, ya que aparte de tener las gafas limpias debemos de tenerlas siempre bien centradas para que el centro óptico de las lentes esté en el lugar correcto para poder conseguir la mejor calidad de visión. Este tema es más importante en el caso de que utilices gafas progresivas o de que tengas una graduación alta de miopíahipermetropía oastigmatismo.
También te recomiendo que siempre utilices cristales con tratamientos antirreflejantes y con tratamientos antirayado e hidrófobos para favorecer la limpieza de tus cristales.
Fuente: Consejos de salud visual de Ramón García.
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jueves, 2 de enero de 2014

En la nieve, no te olvides de tus ojos


Miércoles, 12 de diciembre de 2012
Cuando subimos a la montaña, nos equipamos perfectamente para protegernos de las inclemencias del tiempo y disfrutar al máximo de un extenso manto blanco. Nuestros ojos también necesitan ese extra de protección.

Espacios abiertos, cumbres envueltas en la niebla, laderas de un blanco inmaculado por las que deslizarnos… El invierno nos invita a salir para hacer de la montaña nuestro particular patio de recreo.
Pero, al igual que nos protegemos del frío con el equipamiento adecuado, debemos tener en cuenta que nuestros ojos también necesitan protección. Los daños oculares derivados de la práctica de deportes de invierno, como la conjuntivitis, la queratitis, las cataratas o las lesiones retinianas, se deben, sobre todo, a la radiación ultravioleta, a la reverberación atmosférica y a la presencia de partículas en suspensión en el aire, como los cristales de hielo. 
Cuidado con la radiación ultravioleta
Aunque normalmente asociamos las gafas de sol con el verano, debemos recordar que la nieve fresca refleja cerca del 80 por ciento de la luz solar, mientras que la arena lo hace entre un 10 y un 25 por ciento. Además, la proporción de rayos ultravioleta en la luz solar aumenta un 10 por ciento cada mil metros de altitud. Teniendo en cuenta que en la montaña hay menos contaminación y partículas en suspensión en la atmósfera, los efectos de la radiación ultravioleta son mucho mayores que en las ciudades.
La radiación ultravioleta puede provocar dolor de cabeza, conjuntivitis e, incluso, fotofobias, y sus efectos son acumulativos, por lo que tal vez solo se pongan de manifiesto con el paso de los años. Si, en el día a día, resulta fundamental utilizar la protección ocular adecuada, en la nieve cobra una importancia mucho mayor, pues los riesgos para nuestra salud visual también se multiplican. Así que, no esperes a llegar a la montaña para comprar tus gafas.
Cómo elegir las gafas
• Cuando las estés comprando, comprueba cómo se comportan las lentes con luz natural.
• Asegúrate de que el filtro solar de las lentes sea de categoría 3 o 4, ya que lo ideal es que absorban al menos el 95 por ciento de la radiación ultravioleta.
• Presta atención a la visión periférica. Los nuevos estilos de gafas con formas menos voluminosas se ajustan mejor a los cascos que las lentes tradicionales, que son más grandes, pero hay que asegurarse de que proporcionan suficiente visión periférica y que evitan la distorsión lateral. Lo ideal es poder abarcar con la mirada un espectro de 180 grados para, por ejemplo, evitar a los esquiadores que se acerquen a gran velocidad.
• Las gafas deben ajustarse correctamente. Las gafas para los deportes de invierno suelen sujetarse con una cinta regulable con la finalidad de que se mantengan en su lugar, con independencia de la actividad que se vaya a practicar.
• Escoge gafas resistentes a los impactos. La mayoría de los modelos especiales para la nieve cuentan con lentes de policarbonato, un material muy resistente. Además, cuanto más flexible sean la montura y la lente, menos probabilidades hay de que se rompan con el frío, se deformen o se descoloquen.
El color de las lentes
• Las lentes amarillas, ámbar y doradas son adecuadas para los días oscuros o con niebla, ya que filtran la luz azul, realzando el contraste y enfatizando las sombras en la nieve, de tal modo que ayudan a ver mejor los desniveles del terreno.
• Las lentes rosas mejoran el contraste, por lo que también son excelentes en días grises.
• Las lentes de colores oscuros, especialmente los verdes y marrones, funcionan mejor en entornos con mucha luz, aportando comodidad de visión.
• Las lentes polarizadas reducen el deslumbramiento de la luz solar, lo que resulta muy útil en las pendientes en los días de cielo despejado, aunque no tanto en las últimas horas del día, cuando se proyectan sombras más alargadas.
• Las lentes de espejo mejoran la eficacia de las coloreadas al reflejar la luz de sol, haciendo que no penetren en la lente.
• Las lentes sin ningún tinte de color son las más adecuadas para esquiar por la noche.
Además, las gafas para los deportes de invierto suelen contar con tecnología anti-empañamiento, que garantiza la claridad de la visión en las condiciones más adversas.
¿Por qué llevar protección?
1. El reflejo del sol en la nieve es más brillante e intenso.
2. A gran altitud, la atmósfera es más delgada y filtra menos radiación ultravioleta. Además, la reverberación de la luz en la nieve provoca un efecto multiplicador de la radiación.
3. El viento puede hacer que los ojos se vuelvan llorosos y entorpecer la visión.
4. En la alta montaña, las partículas en suspensión, como los microcristales de hielo, se pueden proyectar contra la córnea, ocasionando lagrimeo.
5. Las ramitas pueden golpear los ojos cuando se desprenden de los árboles.
6. El viento nos impide ver con normalidad, obligándonos a cerrar los ojos constantemente.
¿Qué es oftalmia?
La oftalmia “de la nieve” es un inflamación de la conjuntiva y la córnea, provocada por una exposición excesiva a la radiación ultravioleta, que afecta aproximadamente al 20 por ciento  de las personas que practican actividades en la nieve.
Entre los síntomas de la oftalmia se encuentran:
• Lagrimeo.
• Fotofobia.
• Sensación de cuerpo extraño.
· Ojos rojos.
• Disminución de la agudeza visual.
Estas reacciones aparecen entre cuatro y seis horas después de haber estado expuesto al sol. Por esta razón, los que la padecen suelen estar ya en su casa cuando comienzan a sentir las molestias.
Fuente: Fundación Salud Visual


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